El 24 de noviembre de 1972 Bell-lloc recibió la visita de San Josemaría. El Fundador del Opus Dei ya visitó el colegio un 10 de octubre de 1966, justo al año siguiente de la fundación y puesta en marcha del funcionamiento del colegio. Desde el comienzo Bell-lloc contó con el impulso de San Josemaría Escrivá de Balaguer. Han pasado 50 años desde que visitó el colegio quien fue la máxima inspiración para aquellas primeras familias fundadoras que querían, para sus hijos, un colegio que ofreciera excelencia académica y formación humana y cristiana. Las familias fundadoras confiaron, desde el primer momento, la actividad formativa, doctrinal y espiritual a la Prelatura.
Durante la estancia que se conmemora este año, San Josemaría recorrió las instalaciones de lo que era entonces Bell-lloc: el edificio de la Masía, las aulas anexas, el oratorio y el Salón de Actos. Durante el recorrido, y de una manera cercana y cariñosa, se pudo encontrar con los padres y profesores con los que posteriormente mantendría una tertulia en lo que actualmente es el Salón de Actos.
En palabras del mismo San Josemaría: “Hace unos años, no muchos, vine por aquí, y vi muchas cosas buenas. Encontré unas almas maravillosas… […]. Vi la masía vieja, y poco más. Pero ahora esto es una maravilla. Me vienen a la memoria aquellos versos de un Salmo: montes sicut cera fluxerunt a facie Domino … Todos los obstáculos, han desaparecido ante estos hombres y estas mujeres de fe. Es una maravilla”.
Las preocupaciones que los padres manifestaban en este encuentro no distan mucho de las de nuestros días. Y, ya entonces, San Josemaría iluminaba la forma de cómo debía y debe funcionar el colegio uniendo el valor del trabajo bien hecho con la capacidad de amar. Esto es lo que ha hecho, y hace, que Bell-lloc se haga grande en las pequeñas cosas.
Después de estos 50 años Bell-lloc ha evolucionado en muchos aspectos: nuevas instalaciones, modernas metodologías pedagógicas, incorporación de avances tecnológicos… con los mismos fundamentos que configuran la identidad de la comunidad educativa. En palabras del mismo Santo: «quereos mucho«.
