La entrevista personal con la tutora

4 noviembre, 2021

La entrevista personal con la tutora de vuestro hijo o hija es un medio especialmente necesario para orientar a las personas. Durante la tutoría se habla de todas las dimensiones de la persona: física, trascendente, social, emocional y por supuesto la intelectual.

Unida a la dimensión intelectual, nos podemos fijar en el desarrollo sensorial y motor que se manifiesta especialmente en el desarrollo del habla.

La gran adquisición es el aprendizaje de la lectoescritura. El conocimiento y el uso de símbolos en la lectura y la interpretación de sus mensajes son el objetivo fundamental de este nuevo aprendizaje que interesa mucho a los niños y niñas, si estos están bien motivados.

El lenguaje ya está completo en la estructura y forma, se expresa con frases correctas y acabadas, incluso con oraciones subordinadas.

Una vez que el niño/a es capaz de representar mentalmente imágenes de la realidad, está capacitado para desarrollar de manera paralela la imaginación creativa, manipulando y combinando representaciones de imágenes ya asimiladas.

El pensamiento del niño/a es egocéntrico y no tiene el poder de razonamiento que le permita distinguir entre su conciencia y forma de pensar en algo subjetivo independiente del mundo objetivo y confunde la casualidad física con la motivación psicológica. Por este motivo, tiene todavía inconciencia intelectual y da vida a todas las cosas inanimadas. Este hecho se contradice con la “engañosa” madurez que aparenta y en su discurso verbal y con el dominio de la gramática y el lenguaje.

Hablar del desarrollo del lenguaje verbal en los primeros años, tendría que ser uno de los puntos a tratar en cada entrevista personal durante la etapa del segundo ciclo de educación infantil.

Otros temas como el aprendizaje de otros idiomas, el orden, la obediencia, la sinceridad, la justicia, la colaboración, el juego; también forman parte de este periodo sensible.

Un buen consejo para enfocarnos y aprovechar bien las tutorías personales, sería evidenciar los puntos fuertes más comunes como la imaginación, el juego grupal, el trabajo, la aceptación de la ayuda que necesita, la conversación razonada, la familia el tener nuevas amistades. Una vez hemos hablado de los puntos fuertes, podemos centrarnos en los débiles: incontinencia urinaria, comportamiento irregular en juegos y actividades, compartir las responsabilidades, la concentración, no aceptar las bromes, los cambios fáciles de humor, pequeñas mentiras…

Os animamos a pedir hora para la entrevista personal con la tutora y enfocar los objetivos y retos del nuevo curso.